Profundamente avergonzados dijeron sentirse los presos del Centro Penitenciario Región Andina (Cepra) por los daños causados a esa cárcel el año pasado durante una reyerta donde murieron 19 internos.
“Queremos manifestar nuestro profundo sentimiento de vergüenza por habernos dejado llevar por el espíritu de la violencia y destruir parte de las instalaciones”, dijo Esteban Hernández en un acto para dar inicio a la “cayapa judicial” que se desarrolla en el Cepra. Hernández pronunció unas palabras en el patio central de la cárcel frente a un grupo de 350 privados de libertad uniformados con mono y franela amarilla.
“Pedimos perdón y queremos reiterar nuestro apego al trabajo y al estudio”, recalcó Hernández, quien luego le entregó a la ministra Iris Varela un cristo tallado en madera.
Respuesta de Varela. “Aquí se está escribiendo historia; es lamentable que sea desde una prisión”, respondió la ministra Varela emocionada. “Pero esta no es la misma cárcel de hace dos años con cobro de causas, tráfico de armas, violencia; eso es un pasado que no puede volver”, afirmó la ministra, quien recordó que en el Cepra el vandalismo fue de tal naturaleza que usaron instrumentos de la orquesta sinfónica para hacer sus necesidades.
En la cayapa del Cepra participan 28 jueces, 14 fiscales y 25 defensores públicos, explicó Varela en una rueda de prensa ofrecida en el patio de la cárcel. La actividad cerró con un recital de gaitas del grupo de presos Revolución y Patria Gaitera. Después de varios temas navideños, en uno de los cuales Varela tocó la tambora, un joven recluso agarró el micrófono, hizo sonar una pista y le cantó un reguetón a la ministra.
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