“Mi libertad está en manos de Dios y los jueces”

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Edwin Soto, conocido como el pram de Sabaneta alias “El Mocho”, se comunicó desde la Cárcel de Tocorón desde donde manifestó que está bien, espera su libertad aunque desconoce cuándo se producirá, pues no espera por el Plan Cayapa Judicial que se aplica en las cárceles del país.

Sin embargo, Soto manifestó que su bienestar no es total pues “uno nunca está bien cuando esta privado de libertad”. Poco a poco se ha adaptado a una rutina diferente a la que solía tener en Sabaneta, y agradeció a Dios por tener la oportunidad de haber sido trasladado a Tocorón.

El líder penitenciario aseguró que desconoce por qué se rumoró sobre su presunta fuga de Tocorón, y cree que esto pudo salir de los medios de comunicación. Sin embargo confirmó que sus compañeros de Sabaneta, alias “El Barney” y “El Edward”, sí se fueron de Tocorón “se fueron por sus propios medios”.

“Ellos son independientes, ellos siguen con su vida y yo con mi vida”, dijo en el programa Informativo Satelital de Pedro Soscúm Machado.

“Nunca he sido líder negativo, sino positivo”

El Mocho dijo que no quiere que se le nombre por su apodo, sino por su nombre. Aseguró que luego de desalojada Sabaneta, “el Mocho Edwin se acabó”, y que actualmente se dedica a actividades de cultura y deporte. “Soy una criatura nueva”, manifestó.

Criticó que los medios de comunicación solo hablen de las “cosas malas” que hizo, y que no se destacaba la parte humana y sus aspectos positivos. Aclaró que el pago del “obligadito” se cobraba para labor social y rehabilitación en Sabaneta. “No me metía plata en los bolsillos”, aseveró.

En ese caso, aseguró que la foto que corre por redes sociales -de una cama repleta de dinero- es un “montaje”.

Durante esta declaración, realizada en un destacado programa de radio a nivel regional, Soto especificó que ha estado 4 años detenido, y tiene dos hijos, quienes son “su razón de vivir”.

Su mensaje al final de la entrevista fue dirigido a los medios: “Que me dejen tranquilo. Estoy tranquilo en donde estoy. La libertad mía está en manos de Dios y los jueces”.

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