La mujer quien se hizo pasar por pediatra para raptar a tres bebés del Hospital Chiquiquinquirá de Maracaibo el 1 de diciembre pasado, Luzmary Otero Sandoval, de 37 años, se fugó esta tarde del Centro de Arrestos Preventivos El Marite, luego de que se “camuflara” entre los familiares que visitaban a los reclusos.
El secretario de Seguridad Ciudadana y Orden Público del Zulia, Jairo Ramírez, confirmó que a las 4.00 de esta tarde Otero Sandoval se mezcló con la visita y cuando ésta se iba del retén, escapó.
Luego de que los funcionarios realizaran el tradicional conteo de los reclusos, constataron que la mujer no estaba.
El rapto de tres bebés en el Hospital Chiquinquirá de Maracaibo conmocionó a la colectividad zuliana en diciembre. Los tres bebés fueron separados de sus madres bajo engaño de una falsa pediatra Sebastián Andrés Maure Tirado, Esneider Santiago Gómez Gerardino y la niña Cielimar Vílchez, fueron las pequeños víctimas que apenas tenían dos días de nacidos.
El hecho ocurrió a las 7 de la noche en el 4to. Piso del Hospital Chiquinquirá.
Las madres de los niños robados estaban en el mencionado piso con sus bebés al lado y desde tempranas horas habían visto rondar a una supuesta pediatra quien conversaba con una mujer de la Milicia que cuidaba el área.
Tras haber terminado la visita, dos horas después, a las 7 de la noche, la supuesta pediatra llegó a la habitación donde estaban cuatro mujeres con sus cuatro recién nacidos, les dijo que les iba hacer la Prueba del talón a los pequeños y se llevó primero a un bebé. Cinco minutos después llegó y se llevó a otro bebé, después del mismo lapso de tiempo llegó para llevarse al siguiente y por último entró por un cuarto bebé, pero la madre lo estaba amamantando por lo cual le dijo que no se lo entregaría y que volviera más tarde.
Desde ese momento no la vieron más y empezaron a llamar a las autoridades del hospital. Fue entonces cuando se encendieron las alarmas.
Cuando los familiares contaron a las autoridades, fueron detenidas dos enfermeras y a la miliciana. Cuando revisaron un bolso que portaba esta últimas le hallaron una historia médica de una parturienta.
Las madres de los niños contaron que vieron a la miliciana conversar con la falsa enfermera, incluso las observaron comer juntas.
Como si se tratara de un guión para una película de Hollywood, Luzmary Otero Sandoval (37), planeó y concretó el robo de tres recién nacidos en el Hospital Chiquinquirá de Maracaibo. Se hizo pasar por la más dulce médica pediatra para engañar a las recién paridas y como sufrida parturienta para hospedarse con los neonatos en una habitación del hotel Euro América, en la Circunvalación 2.
En aquella oportunidad, el jefe de la Secretaría de Seguridad y Orden Público del estado Zulia, Jairo Ramírez, aseguró que la mujer tuvo dos días asistiendo al hospital fingiendo ser médica pediatra. Su plan estaba bien elaborado y sobre ello se tienen varias hipótesis. La principal de estas implican a la falsa medica con una red dedicada al robo de niños y su posterior venta a parejas en el exterior, sin embargo los investigadores no descartan que lo expuesto por Luzmary Otero, haya sido la motivación. Esta mujer dijo que deseaba tenerle hijos a su marido que está en Barranquilla, Colombia y por ello cometió el robo. Pero esa confesión ante los interrogatorios podría ser una coartada para ocultar a sus jefes, comentó un detective.
El caso es que la “roba bebés” durante dos días que frecuentó el hospital se comportó como la más encantadora de las pediatras. Así lo confirmó Daneska Montero (20), quien el domingo primero de diciembre a las 3:25 de la tarde trajo al mundo a su primer bebé, Ciolimar De Jesús Vilchez Montero, quien a las 8:00 de la noche de ese mismo día se convertiría en una de las víctimas.
Aquella mujer que se presentó con su bata celeste con figuras infantiles y una moderna tableta Samsung en la mano, no levantó ninguna sospecha. “Yo soy la pediatra…voy a estar pendiente de los niños”, dijo al llegar al cuarto de las recién paridas la tarde del domingo. En ese momento recibió una llamada y sin que nadie se lo preguntara explicó que se trataba de un enamorado. Luego le levantó el pañal a los neonatos como una especie de chequeó rutinario, pero la intención era asegurarse del sexo. Se presume que con la tableta le habría tomado algunas fotos.
“Ella entraba, salía, saludaba a una reservista; todo eso nos hizo estar tranquilas. Me comentó que estaba muy emocionada con la niña por su belleza y cuando llegó por última vez preguntó, ¿Cómo están mis chiquiticos?. A mi hija la cargó un ratico pero lo único que me extraño es cuando mi madre le preguntó cómo cuanto medía. Ella la acostó y simulando tener una cinta dijo que unos 30 centímetros”, comentó Daneska.
Otero en su recorrido por el Hospital Chiquinquirá no despertó el interés de ningún empleado. Iba y venía como si en verdad fuese médica residente. Nadie la detuvo para preguntarle desde cuando trabajaba en ese lugar. Con toda tranquilidad escogió a Ciolimar De Jesús Vilchez y a los niños nacidos el sábado, Esneider Santiago Gómez y Sebastián Andrés Maure.
Jairo Ramírez reveló que a dos los metió dentro de una pañalera y el tercero lo cargó en los brazos. Luego bajó por las escaleras y salió por la parte trasera del hospital donde está un estacionamiento. Para llevárselos les dijo a sus madres que les iba colocar una inyección. Pero antes, a las tres recién paridas, Daneska Montero, Yoselín Maure y Nairilin Gerardino (18), les fueron suministradas pastillas por las enfermeras Nereida Torres y Claudina Salas. Las dos primeras fueron las únicas en tomarlas y según Daneska con ese medicamento las durmieron. “Nos hizo bastante efecto. A mí me dio pesadez en los ojos, luego me dormí. Cuando desperté ya se habían llevado a los niños”, relató Daneska Montero.
A los pocos minutos de estallar el escándalo las autoridades policiales y militares del Zulia, en un trabajo coordinado, iniciaron las pesquisas. Una serie de interrogatorios efectuados a las dos enfermeras y otras dos mujeres pertenecientes a la milicia que presentaban servicio en el Chiquinquirá, quienes fueron observadas en varias ocasiones conversando con Otero Sandoval, así como el rastreo de lagunas llamadas, condujeron a los funcionarios hasta el hotel Euro América, exactamente hasta la habitación 215, en el segundo piso. Grupos del CPBEZ acordonaron el sitio y con la ayuda de un botones entraron al cuarto, en el cual había aún luz por la ayuda de una planta eléctrica.
Según uno de los policías que actuó en el procedimiento, a Luz Dery Otero la encontraron sentada en una silla mirando hacia la cama matrimonial donde tenía a los tres bebes arropados. Con todo y que se vio descubierta todavía quiso simular que los niños le pertenecían. “¡Hey, mis bebes!, gritó cuando un policías los tomaron de la cama”. Al parecer el cuento de que estaba recién parida se lo hecho a quienes la atendieron en el hotel cuando llegó a solicitar hospedaje. Allí se presentó con dos de los niños fingiendo tener dolor post parto. Nadie supo explicar cómo luego ingresó al tercero. Por ello el gerente y el recepcionista se encuentras detenidos. Pero la primera en sentir las esposas en sus muñecas fue la “roba bebes”. En total fueron siete las personas presas por ese delito y las investigaciones continúan. Funcionarios del CICPC analizaron la tableta que tenía en su poder la falsa pediatra y la cual fue recuperada en el hotel.
El 6 de diciembre pasado, en la audiencia de presentación, las fiscales 35º y auxiliar de la referida jurisdicción, Nadia Pereira y Dulce Araujo, respectivamente, imputaron a Luzmary Otero Sandoval, a las enfermeras Nereida Torres y Claudina Salas, además de Ismelda Martínez y María Castellanos por presuntamente incurrir en los delitos de trata de niños y niñas, y asociación para delinquir.
Otero fue imputada por usurpación de funciones y trato cruel.
El Tribunal 6º de Control del Zulia, con base en los elementos de convicción expuestos por las representantes del Ministerio Público, dictó medida privativa de libertad para las cinco mujeres y fijó como sitio de reclusión para Otero Sandoval el retén El Marite, mientras que las cuatro restantes fueron recluidas en la sede de la Policía Municipal de San Francisco.
Noticia al Día
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