El consejo Comunal Las Flores asegura que los tiroteos son diarios
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Los miércoles el tiroteo es una fija. No por problemas, sino para celebrar FERNANDO SÁNCHEZ/ARCHIVO
EL UNIVERSAL
lunes 7 de noviembre de 2011 12:00 AM
En la tercera Transversal del barrio Las Flores de Puente Hierro viven entre balas. Los moradores aseguran que desde la Casa de Reeducación y Trabajo Artesanal de El Paraíso, mejor conocida como cárcel de La Planta, disparan cada día y por distintos motivos, hasta para celebrar.
Con pericia los que viven allí saben cómo lanzarse al piso o correr hasta el sitio de la casa donde doble pared para no caer herido. "Y así no podemos seguir viviendo. Es horrible la zozobra diaria", comentan los vecinos, sin dar su nombre.
Laura Delgado es una de las que trabaja en la zona. Ella contabiliza que a la semana se pueden escuchar al menos tres tiroteos dentro del penal. "Los que son muy fuertes sí son esporádicos... y cuando hay uno de esos, hay que correr a esconderse en el negocio. Yo lo que hago es poner dos paredes de por medio y ahí me quedo hasta que no se oye nada", contó.
En la cuadra hay casas cuyos muros tienen huellas de esa violencia. A todas sin excepción les han roto las ventanas y se les han partido los techos de zinc de las azoteas a balazos.
Pero en la zona hay miedo, no todos se atreven a hablar de lo que pasa en los predios del penal. Hay quienes aseguran que no pasa nada, otros sí dan fe los tiroteos y hay valientes como Francisco Burbano, que trabaja por la zona, que sí cuenta. "Los tiroteos duros pueden ser tres a la semana. El único día fijo es el miércoles. Cuando entra la conyugal (visita) esos presos se vuelven locos y empiezan a disparar, en vez de portarse bien, se ponen peor", cuenta con preocupación.
Explicó un recluso que los tiros de los miércoles no son por peleas, sino por celebración. "Así es como le damos la bienvenida a nuestras mujeres. Las balas no son solamente pa' matar, sino para celebrar", dijo un privado de libertad que prefirió no dar su nombre.
Los moradores de la zona esperan que la promesa que hizo la ministra de Servicios Penitenciarios, la abogada Iris Varela, de sacar esa cárcel de la zona residencial se cumpla. "Así no podemos seguir viviendo. Una cárcel no puede estar en una zona residencial", dijo Carlos Pérez.
Quejas formales
El consejo Comunal Las Flores de Puente Hierro remitió un comunicado a los medios de comunicación social. En el documento exponen lo que viven.
"La violencia de los internos se recrudece durante todos estos años, a tal punto que las riñas entre los internos de ese establecimiento carcelario se han agravado dándose el caso que casi a diario se producen ráfagas de tiros, revueltas, enfrentamientos dentro del penal, embotellamiento vial... un sinnúmero de acontecimientos que ponen peligro a todos los habitantes del sector".
"Debemos significar que a un lado (de La Planta) queda una guardería de niños y niñas que viven en permanente angustia... Elevamos nuestras voces en defensa al derecho y respeto por la vida de los niños, niñas, adolescentes y adultos que residen en este sector y aún más en beneficio de la paz que debe reinar en este sector".
"Solicitamos con urgencia a fin de prevenir y remediar consecuencias peores en contra de la ciudadanía del sector, reorientar este centro penitenciario hacia otra área que no represente peligro para las comunidades". Así levantan la voz los moradores de la zona, hartos de vivir entre balas. MII
Con pericia los que viven allí saben cómo lanzarse al piso o correr hasta el sitio de la casa donde doble pared para no caer herido. "Y así no podemos seguir viviendo. Es horrible la zozobra diaria", comentan los vecinos, sin dar su nombre.
Laura Delgado es una de las que trabaja en la zona. Ella contabiliza que a la semana se pueden escuchar al menos tres tiroteos dentro del penal. "Los que son muy fuertes sí son esporádicos... y cuando hay uno de esos, hay que correr a esconderse en el negocio. Yo lo que hago es poner dos paredes de por medio y ahí me quedo hasta que no se oye nada", contó.
En la cuadra hay casas cuyos muros tienen huellas de esa violencia. A todas sin excepción les han roto las ventanas y se les han partido los techos de zinc de las azoteas a balazos.
Pero en la zona hay miedo, no todos se atreven a hablar de lo que pasa en los predios del penal. Hay quienes aseguran que no pasa nada, otros sí dan fe los tiroteos y hay valientes como Francisco Burbano, que trabaja por la zona, que sí cuenta. "Los tiroteos duros pueden ser tres a la semana. El único día fijo es el miércoles. Cuando entra la conyugal (visita) esos presos se vuelven locos y empiezan a disparar, en vez de portarse bien, se ponen peor", cuenta con preocupación.
Explicó un recluso que los tiros de los miércoles no son por peleas, sino por celebración. "Así es como le damos la bienvenida a nuestras mujeres. Las balas no son solamente pa' matar, sino para celebrar", dijo un privado de libertad que prefirió no dar su nombre.
Los moradores de la zona esperan que la promesa que hizo la ministra de Servicios Penitenciarios, la abogada Iris Varela, de sacar esa cárcel de la zona residencial se cumpla. "Así no podemos seguir viviendo. Una cárcel no puede estar en una zona residencial", dijo Carlos Pérez.
Quejas formales
El consejo Comunal Las Flores de Puente Hierro remitió un comunicado a los medios de comunicación social. En el documento exponen lo que viven.
"La violencia de los internos se recrudece durante todos estos años, a tal punto que las riñas entre los internos de ese establecimiento carcelario se han agravado dándose el caso que casi a diario se producen ráfagas de tiros, revueltas, enfrentamientos dentro del penal, embotellamiento vial... un sinnúmero de acontecimientos que ponen peligro a todos los habitantes del sector".
"Debemos significar que a un lado (de La Planta) queda una guardería de niños y niñas que viven en permanente angustia... Elevamos nuestras voces en defensa al derecho y respeto por la vida de los niños, niñas, adolescentes y adultos que residen en este sector y aún más en beneficio de la paz que debe reinar en este sector".
"Solicitamos con urgencia a fin de prevenir y remediar consecuencias peores en contra de la ciudadanía del sector, reorientar este centro penitenciario hacia otra área que no represente peligro para las comunidades". Así levantan la voz los moradores de la zona, hartos de vivir entre balas. MII
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