Elaine Martins Alabando en el Presidio

lunes, 26 de diciembre de 2011

INTERNACIONALES: En la cárcel también es posible prepararse para el mañana…


ONCE RECLUSOS RECIBIERON SUS CERTIFICADOS AL HABER APROBADO EXAMENES DE SECUNDARIA; SIETE DE ELLOS EDITARON EL LIBRO “LIBERTAD ENTRE LINEAS”
El pasado martes 20 se realizó el acto de clausura de Cursos de Enseñanza Secundaria en el Centro de Reclusión Departamental, en el que ciudadanos privados de libertad recibieron sus certificados de aprobación, en el marco de un acontecimiento que no es frecuente, no obstante ser la enseñanza una práctica común en la cárcel de Flores desde hace tres años, siempre y cuando existan reclusos interesados en continuar sus estudios sabiendo que el crecimiento personal les posibilitará mañana una mejor reinserción en la sociedad.
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El pequeño patio exterior del Centro de Reclusión de la Jefatura de Policía fue escenario de una ceremonia emotiva, promovida por entusiastas docentes del Liceo No. 1 que, fieles a su vocación, traspasaron barrotes para ingresar -seguramente con temores y muchas expectativas-  a ese “mundo” habitado por jóvenes y adultos que cometieron delitos, pero que han demostrado estar dispuestos a pagar su deuda con la comunidad preparándose para afrontar el futuro desde una perspectiva diferente.
“Estar preso no es estar muerto”, fue una de las frases que pronunció más de una vez la Prof. Silvina Mieres durante el acto. La misma pertenece a uno de sus alumnos, la cual quedó inscripta en el Libro “Libertad entre Líneas” editado en la cárcel como producto colectivo de los promovidos.
Aquel concepto seguramente fue pensado para rescatar el valor de la vida, y resaltar  las oportunidades que la misma también tiene reservada a los hombres que cometen errores y que deben pagar su culpa por ello, en este caso entre rejas.
…………
Las docentes habían preparado todo para que la ceremonia se asemejara lo más posible a un acto de clausura de cursos de cualquier institución educativa. Las autoridades formalmente instaladas a un lado del patio y los alumnos sentados a su frente junto a algunas de las profesoras.
El escenario tenía sus particularidades; las paredes del viejo edificio dejaban al descubierto una roída pintura, las puertas de chapa de los baños herméticamente cerradas y encima de sus techos una pequeña garita del guardia vacía, en cuyo entorno –sobre los muros- los alambres con púas sugerían a los internos la imposibilidad de traspasar. Más allá el pabellón central de la cárcel, donde los presos tenían la posibilidad de escuchar todo lo que acontecía en el patio, y en otra pieza tres reclusos no interrumpieron sus labores de carpintería mientras se desarrollaba el acto. Mientras tanto el aroma a comida surgía desde la cocina como estimulando el apetito…
Antes del comienzo hubo silencio, observándose cómo las miradas se posaban particularmente sobre los estudiantes, hoy reclusos, la mayoría jóvenes conocidos por ser del pueblo y por haber figurado alguna vez sus fotografías en los medios de prensa, y otros que provienen de otros lugares del país.
La Prof. Gabriela Gómez rompió el silencio y con micrófono en mano dio la bienvenida a las autoridades; Jefe de Policía Esc. Justo Ortiz Vila, Sub Jefe Com. Insp. Miguel Del Río, Representantes Nacionales Dr. Guzmán Pedreira y Esc. Ricardo Berois, Gerardo Sánchez Listur del Patronato de Encarcelados y Liberados, Sub Directora del Liceo No. 1 Prof. Mónica Listur, Prof. Sandra Gardela en su carácter de Coordinadora de Educación en Contexto de Encierro de Programas Educativos Especiales y Mtro. José Lucas del Instituto Nacional de Rehabilitación-Desarrollo Penitenciario-Area Educativa.
“La educación dentro de los establecimientos penitenciarios es uno de los escenarios más complejos, y quizás menos estudiado en el campo de la enseñanza de nuestro país. La particularidad de su alumnado y el difícil contexto de funcionamiento, definen una situación surcada por múltiples variables que implican diversos niveles de abordaje. La escuela en contexto de encierro, la educación en contexto de encierro, funciona a modo de una institución dentro de otra y supone conjugar prácticas y marcos normativos entre el sistema penitenciario y el sistema educativo, con lógicas de funcionamiento muy diferentes entre ellas. En el primero el disciplinamiento fundante del derecho penal y las presiones, y en el segundo la lógica del desarrollo integral de los sujetos fundantes de la educación”, explicó la Prof. Gabriela Gómez.
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Fue la Prof. Silvina Mieres quien luego, en nombre de los profesores, se dirigió a los presentes admitiendo que pensó mucho cómo plantear sus palabras en virtud que debían trasmitir el mensaje de un colectivo, o sea, los docentes que han concurrido este año a dictar clase al centro de reclusión.
“Lo primero que pensé fue la pregunta que durante todo el año nos hicimos, no solamente los docentes sino los alumnos: ¿Para qué? ¿Para qué la educación en este contexto?, ¿de qué nos vale?, ¿de qué nos sirve? Muchas veces discutimos en clase esto, muchas veces discutimos esto entre nosotros en las coordinaciones. Considero que la respuesta la tenemos nosotros mismos. Educarnos, y digo educarnos porque lo que venimos a hacer es eso, a educarnos. Creo que nos educamos mutuamente, nos educamos entre todos”, afirmó la docente.
“Aprender ustedes y nosotros nos permitió encontrar una faceta nueva como personas; quizá con más de una esperanza que pensábamos perdida. Durante este año hemos vivido un proceso, los alumnos y nosotros como docentes, en que volvemos a creer en la importancia de educar y de educarnos. Por eso puse esto de la esperanza que creíamos perdida”, subrayó Silvina Mieres.
“Una educación en condiciones dignas también nos permitirá valorar la dignidad individual. La educación es parte indispensable para que exista un cambio; por eso es necesario que nos comprometamos en este proyecto; demostrar que no todo está dicho y que es posible, a pesar de todo, transformarnos y reconstruir”, advirtió, al tiempo de agradecer a cada uno de los que formaron parte de las clases, y destacar la experiencia enriquecedora vivida en este lugar en el transcurso del año.
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Gabriela Gómez, que fue la “maestra de ceremonia”, volvió a tomar el micrófono para insistir en los objetivos de un trabajo educativo en la cárcel poco difundido.
“Los distintos actores que participan de estas propuestas; ya sean agentes penitenciarios, docentes, internos, funcionarios, familiares, etcétera, tienen diversos enfoques y valoraciones acerca de la función de la educación en este ámbito. Así están dirigidas a los mismos sujetos pero cumplen distintos objetivos; ocupación del tiempo libre, socialización, proyección a la reinserción laboral, entre otras. Es decir, que en estos ámbitos conviven concepciones contradictorias o divergentes, acerca de la función de los establecimientos y de la educación dentro de ellos”, precisó.
“Es en este marco –añadió la docente- que se despliegan diversos interrogantes acerca de la incidencia de la educación, como productora de significados con potencia para la reformulación de los proyectos de la vida de los internos. En tal caso, ¿en qué condiciones puede habilitar una vida digna intramuros?, ¿cuáles son las circunstancias que pueden constituirla como espacio de libertad aún en contextos de encierro? En este escenario, donde las condiciones existentes dificultan la posibilidad de experiencia, ¿qué significado tiene para los internos ser alumnos de una institución penitenciaria? ¿qué valor asume la educación como derecho, cuando se ha sido privado del mismo y hoy se transforma en el único derecho que pueden ejercer?”, se interrogó la Prof. Gabriela Gómez.
El Director del Centro de Reclusión Departamental, Comisario Julio Peláez también trasmitió su mensaje en una jornada “muy especial para los internos”, agradeciendo a los docentes y a quienes hicieron posible que desde el año 2009 se implantaran en forma coordinada estas actividades formativas, desarrolladas en los centros de reclusión del país en el marco de la Ley de Humanización que permite la redención de penas por estudio o trabajo.
“Esto permite a quienes están pagando una deuda con la sociedad, y que no han terminado Primaria o Secundaria, tener una reivindicación”, expresó, resaltando la labor de algunos docentes que no habían tenido experiencias de este tipo, iniciada en principio con cuatro presos para llegar este año al número de quince, de los cuales  doce recibieron sus correspondientes certificados de aprobación. Varios de ellos están estudiando desde el año 2009.
El Comisario Peláez destacó el aprendizaje mutuo de docentes e internos, “en una experiencia formidable que posibilita al alumno, una vez que recupera su libertad, una más fácil reinserción laboral”.
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La Prof. Sandra Gardela, Coordinadora de Educación en Contexto de Encierro de Programas Educativos Especiales, puntualizó que en Trinidad se ha tenido  una historia singular, como sucede en todas las cárceles.
“Como todos estamos aprendiendo en este camino y los establecimientos de reclusión tiene una dinámica incontrolable, en marzo del 2012 nos va encontrar con los doce Profesores de Secundaria en Trinidad”, adelantó la Prof. Gardela a manera de nueva noticia para quienes están pensando en continuar sus estudios en estas condiciones.
La entrega de los certificados a los alumnos promovidos constituyó, posteriormente,  un hecho significativo.
Recibieron sus diplomas Diego Mautone, Matías Amerino, Guillermo Gadea, Rodrigo González, Horacio Ortiz, Enrique Cuello, Pablo Puig, Luciano Cabrera, Federico Méndez,  Jhonatan Domínguez, Germán Rodríguez y Alejandro Sivila.
Cabe agregar finalmente que bajo la dirección de la Prof. Silvina Mieres, varios alumnos participaron de un Taller Literario y decidieron editar el libro titulado Libertad entre Líneas que fue presentado en el acto, y distribuido entre los presentes.
Plasmaron sus trabajos literarios en esta publicación, Horacio Ortiz, Rodrigo González, Matías Amerino, Guillermo Gadea, Luciano Cabrera, Pablo Puig y Marcelo Di Maggio.
La ceremonia culminó con un espectáculo artístico, con la animación del Cantor Poronguero Germán Barrios y su hijo “Pinocho”  que realizaron varias interpretaciones, en las que incluso intervino Luciano Cabrera, interno que se sacó el gusto de cantar junto a estos referentes de la cultura nuestra.
Así transcurrió una jornada que mereció el aplauso de todos.

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