En 2011 repuntó la violencia en los penales, lo que podría considerarse el año más catastrófico desde 1999, pues los reos asesinados casi llegan a 500. La ONG Una Ventana a la Libertad afirma que los sucesos de El Rodeo I y II dividen la historia penitenciaria del país. Faltan 2 semanas para que el Gobierno construya los 25 penales que prometió y sólo edificó dos
Este ha sido el año más noticioso en materia penitenciaria de las últimas tres décadas. Si bien es cierto que ningún período escapa de la violencia intramuros ni de los episodios importantes, este se ha caracterizado por una cadena de hechos cada vez más llamativos.
"Va a ser uno de los años más violentos en la historia democrática de los sistemas penitenciarios venezolanos, donde el Estado perdió totalmente el control de las cárceles para delegárselo a grupos que mantienen un autogobierno y donde fue público, notorio y comunicacional los arsenales de armas que tiene la población reclusa", asegura el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado.
Hasta octubre, habían sido asesinados 489 reclusos (148 desde que Iris Varela asumió el Ministerio de Servicios Penitenciarios) y 1.173 habían resultado heridos, según las cifras del OVP. Durante los primeros siete meses del año hubo un aumento de 40% respecto al mismo período de 2010, cuando fueron 221 los privados de libertad fallecidos.
Pese a que todavía no se tienen las cifras definitivas del cierre de año, el coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, estima que "ya debemos haber superado los 500 muertos y esta sería la cifra más alta de los últimos años". La más alarmante desde 1999 hasta ahora había sido la de 2007 (con 498 homicidios en las prisiones), seguida de la de 2010 (con 476 asesinatos).
Además, con el Plan de Humanización, el Gobierno prometió que entre 2006 y 2011 construiría 25 cárceles y sólo edificó dos: la Comunidad Penitenciara de Coro y Yare III.
Al respecto, el criminólogo Fermín Mármol García señala que "en Venezuela tenemos capacidad para construir un mínimo de tres cárceles modelo al año. No es posible que en 12 años sólo hayamos construido dos. Ya deberíamos tener por lo menos 30 prisiones paralelas a las existentes".
DE MAL EN PEOR
Los sucesos de Rodeo I y II ocurridos en junio, en los que murieron 37 reos, dividen la historia carcelaria. Así lo considera Nieto Palma, quien asegura que antes de este acontecimiento, "nos estaban vendiendo el Plan de Humanización y nos presentaban a la Orquesta Sinfónica Penitenciaria a cada rato que, aunque fue una buena labor, la intentaban poner como muestra de que todo estaba perfecto. Nos acusaban de mentirosos cuando hacíamos denuncias, pero con lo del Rodeo se demostró que nada funcionaba y por eso le quitaron la competencia al Ministerio de Interior y Justicia, y crearon el Ministerio de Servicios Penitenciarios". Lo único que quizás podría resultar positivo de este hecho es que, desde entonces, la ciudadanía se ha sensibilizado respecto al tema carcelario.
Aunque se destinó la competencia de las prisiones a la ministra Iris Varela, la situación sigue igual o peor: no han cesado el retardo procesal, el hacinamiento, el ocio ni las malas condiciones de vida de los internos.
"A pesar de estar al frente una mujer aguerrida, mano dura y abogada, no ha habido ningún cambio sustancial. Por el contrario, me sorprende que la ministra haya dicho que va a liberar a 20 mil presos. Esa no es la solución; sólo deben ser liberados los que se lo merezcan, hayan cumplido su pena, y sin que se atente contra la ciudadanía. Además, está convirtiendo el sistema policial en un sistema penitenciario paralelo. Los policías no pueden custodiar por más de 48 horas", dice Mármol García.
Otro fenómeno que se repitió, al menos cinco veces en el año, fue el secuestro a custodios de los penales: dos en La Planta, uno en Rodeo III, otro en Mérida y uno en Tocuyito
Este ha sido el año más noticioso en materia penitenciaria de las últimas tres décadas. Si bien es cierto que ningún período escapa de la violencia intramuros ni de los episodios importantes, este se ha caracterizado por una cadena de hechos cada vez más llamativos.
"Va a ser uno de los años más violentos en la historia democrática de los sistemas penitenciarios venezolanos, donde el Estado perdió totalmente el control de las cárceles para delegárselo a grupos que mantienen un autogobierno y donde fue público, notorio y comunicacional los arsenales de armas que tiene la población reclusa", asegura el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado.
Hasta octubre, habían sido asesinados 489 reclusos (148 desde que Iris Varela asumió el Ministerio de Servicios Penitenciarios) y 1.173 habían resultado heridos, según las cifras del OVP. Durante los primeros siete meses del año hubo un aumento de 40% respecto al mismo período de 2010, cuando fueron 221 los privados de libertad fallecidos.
Pese a que todavía no se tienen las cifras definitivas del cierre de año, el coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, estima que "ya debemos haber superado los 500 muertos y esta sería la cifra más alta de los últimos años". La más alarmante desde 1999 hasta ahora había sido la de 2007 (con 498 homicidios en las prisiones), seguida de la de 2010 (con 476 asesinatos).
Además, con el Plan de Humanización, el Gobierno prometió que entre 2006 y 2011 construiría 25 cárceles y sólo edificó dos: la Comunidad Penitenciara de Coro y Yare III.
Al respecto, el criminólogo Fermín Mármol García señala que "en Venezuela tenemos capacidad para construir un mínimo de tres cárceles modelo al año. No es posible que en 12 años sólo hayamos construido dos. Ya deberíamos tener por lo menos 30 prisiones paralelas a las existentes".
DE MAL EN PEOR
Los sucesos de Rodeo I y II ocurridos en junio, en los que murieron 37 reos, dividen la historia carcelaria. Así lo considera Nieto Palma, quien asegura que antes de este acontecimiento, "nos estaban vendiendo el Plan de Humanización y nos presentaban a la Orquesta Sinfónica Penitenciaria a cada rato que, aunque fue una buena labor, la intentaban poner como muestra de que todo estaba perfecto. Nos acusaban de mentirosos cuando hacíamos denuncias, pero con lo del Rodeo se demostró que nada funcionaba y por eso le quitaron la competencia al Ministerio de Interior y Justicia, y crearon el Ministerio de Servicios Penitenciarios". Lo único que quizás podría resultar positivo de este hecho es que, desde entonces, la ciudadanía se ha sensibilizado respecto al tema carcelario.
Aunque se destinó la competencia de las prisiones a la ministra Iris Varela, la situación sigue igual o peor: no han cesado el retardo procesal, el hacinamiento, el ocio ni las malas condiciones de vida de los internos.
"A pesar de estar al frente una mujer aguerrida, mano dura y abogada, no ha habido ningún cambio sustancial. Por el contrario, me sorprende que la ministra haya dicho que va a liberar a 20 mil presos. Esa no es la solución; sólo deben ser liberados los que se lo merezcan, hayan cumplido su pena, y sin que se atente contra la ciudadanía. Además, está convirtiendo el sistema policial en un sistema penitenciario paralelo. Los policías no pueden custodiar por más de 48 horas", dice Mármol García.
Otro fenómeno que se repitió, al menos cinco veces en el año, fue el secuestro a custodios de los penales: dos en La Planta, uno en Rodeo III, otro en Mérida y uno en Tocuyito
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