CANCÚN, Q. Roo.- Vigilantes mencionan que subdirector operativo es prepotente y corrupto porque cobra cuota a reos.
CANCÚN, Q. Roo.- La vida dentro de la cárcel, ya sea como preso o como vigilante, es difícil y arriesgada. Esas personas a diario conviven con delincuentes y corruptos, algunos tras las rejas y otros fuera de ellas, a decir de los propios custodios.
Alrededor de 70 vigilantes por turno trabajan 24 por 24, y según ellos mismos, "el subdirector operativo del Cereso, Juan de Dios Lezama Cortés, es un prepotente, y además corrupto: cobra cuota a los reos adinerados para meterlos al área de Albatros en donde reciben trato especial y privacidad" que no tienen los demás reclusos. Según los celadores, desde teléfonos celulares y televisores hasta hornos de microondas y muebles de lujo pueden verse en las celdas.
Es decir, quien puede pagar los 10 mil pesos mensuales vive con las comodidades de un departamento de la ciudad. La falta de denuncia de estos actos se debe al "miedo a las represalias, ya que Lezama Cortés amenaza diciendo que el que hable se lo va a llevar la chin...".
Pero el "temor a las represalias" es sólo una parte, explicó uno de los custodios que, como sus compañeros, tiene incluso que comprar su propio uniforme porque no se los da la policía. Exponemos nuestras vidas literalmente y no tenemos ni siquiera un uniforme. Las carencias sólo incrementan las desigualdades de los trabajadores que todos los días viven "un ambiente muy pesado, muy tenso, en el que tienen el riesgo constante de un motín".
Según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo, Quintana Roo, junto con otros 10 estados, cuenta con menos de 500 elementos custodios. En la cárcel de Benito Juárez laboran 70 vigilantes por turno para cuidar una población de mil 300 reos.
Los propios celadores consideran que el número de compañeros por cada turno es alarmante: "hay la mitad de custodios de los que debería haber, de los que han traído nuevos, se dedican a meter droga y armas". Hace apenas unos meses se suscitó el caso de un celador que fue detenido por intentar meter dos ladrillos de 15 centímetros por ocho en la cárcel "y como ese caso ya hay otros nueve que han sido detenidos intentando pasar droga".
Supuestamente se está capacitando a 50 sujetos para que ingresen el próximo primero de enero como custodios, sin embargo, "encarcelan muy rápido a los que llegan por parte de la estatal (como lo son estos 50 elementos) porque se dedican a meter droga y armas", explicó un custodio.
Estas declaraciones se dieron ayer alrededor de las 8:30 horas cuando se inició un paro de labores en la cárcel de Cancún. Alrededor de 70 custodios se posaron frente a la reja principal de la cárcel esperando que le den solución a sus demandas. "Queremos nuestra canasta navideña, el bono de los cuatro mil pesos que les dieron a los operativos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) municipal".
Casi a las 9:30 horas llegó Salvador Rocha Vargas, subsecretario de la SSP estatal, quien planteó fungir como intermediario entre el Ayuntamiento y los custodios para terminar con el paro de labores.
"Ya teníamos mucho tiempo tratando de hacer las cosas bien y aquí no nos escuchan", decían algunos de la multitud mientras rodeaban a Rocha Vargas, "recibimos maltrato del subdirector operativo".
El diálogo duró menos de 30 minutos; para cuando terminó, una ronda de aplausos se escuchó en honor al suplente de Manuel Cicero Salazar, quien tan sólo hace seis días atrás protagonizó un incidente que le costó su renuncia. "Les garantizo certidumbre laboral. Yo aquí me quedo hasta que se resuelva", explicó Rocha Vargas quien además preguntaba: "A ver ¿ustedes confían en mí o no?".
Pero la problemática de los custodios va más allá de un bono navideño: "Que nos digan qué somos. Nuestro uniforme dice policía", indicaban los guardianes del penal, quienes se quejan de que entre el gobierno estatal y el municipal se pasan "la bolita" a la hora de rendirles cuentas. "Como la cárcel es municipal y está manejada por policías estatales, a nosotros nos dejan 'bailando'".
Y es que desde los operativos hasta los trabajadores del Centro de Sanciones Administrativas de Villas Otoch, han recibido su bono navideño, todos menos los custodios municipales y los administrativos, aunque estos últimos no tienen el mismo horario que un operativo ni trabajan entre delincuentes consignados.
Luego de que Rocha Vargas hablara con los afectados, decidieron volver a sus labores esperando que a más tardar en tres horas estarían recibiendo el depósito del bono navideño. El subsecretario de la SSP estatal salió luego de una hora de haber llegado.
Cuando se le entrevistó sobre los hechos comentó que "todavía no está nada solucionado, aunque espero que a más tardar mañana (hoy) ya se tenga una respuesta favorable". Los custodios dieron por finalizado el movimiento que duró menos de tres horas, aunque sin una certeza de recibir lo que demandan.
Finalmente, las calles quedaron vacías, pues tanto los representantes de los medios de comunicación como el equipo de Rocha Vargas se retiraron. Los celadores se quedaron en sus puestos, trabajando, esperando que Rocha Vargas cumpla lo que prometió.
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