Otro ejemplo del mal funcionamiento de penales concesionados en el país y de las escondidas arbitrariedades de funcionarios de Gendarmería. Una cruda denuncia destinada a que alguien tome en sus manos las anomalías en el penal de Alto Bonito, posiblemente una realidad extendida en las cárceles chilenas.
Primero que nada espero una buena recepción, es que me atrevo con mucho temor a mandarles la siguiente misiva, que tiene por misión entregarles y explicarles a ustedes las malas prácticas e ilícitos que se cometen dentro del penal de Alto Bonito, Puerto Montt, por una institución que es Gendarmería de Chile y en gran parte la concesionaria.
Escribo esto con mucho temor ya que si llegan a saber mi nombre sería una gran tortura la que tendría que soportar, es por eso que se hace anónimamente.
Los apaleos por parte de gendarmes que están encargados en los castigos principalmente son:
*El suboficial Alberto Peso
*Un cabo de apellido Aguilera, que mide por lo menos 1,85 m y que usa lentes gruesos de corto de vista.
Lo principal de todo esto es que el mismo Alcaide del penal está en pleno conocimiento de los hechos, si uno pide audiencia con él o manda un escrito, difícil que llegue a sus manos, ya que terminan en la basura las solicitudes en su mayoría.
Castigan por cualquier motivo, me refiero a castigos de palos en cualquier parte del cuerpo. Pegan hasta dejar a punto de desmayarse y cuando pasan las señoritas paramédicos no nos dejan constatar lesiones, para que no hayan reclamos posteriores y no nos dan nada para los dolores. También dan a conocer que tenemos horas de descanso, si es que así se puede llamar, ocurre que llegan en varios días de la semana abriendo puertas a cualquier hora en la madrugada, muchas de las veces sin motivos y la mayor parte de las veces con los funcionarios en estado de ebriedad, golpean, nos desnudan y en muchas ocasiones se pierden cosas de valor como joyas, dinero y hasta los útiles de aseo personal.
A todo esto se suma que ni siquiera el oficial a cargo del allanamiento se pronuncia con el procedimiento; no pedimos que se nos trate como niños pero que sea allanamiento con fundamentos, sin golpes ni hurtos; sabemos que estos actos son parte del trabajo de los funcionarios y que ayudan a evitar la droga y celulares que en su mayoría ellos mismos nos venden; también denunciar que en los cuartos de castigo hace mucho frío y cuando el interno llega a la celda de solitario aparte de golpeado le quitan toda la ropa pasándole una tenida de mezclilla, la cual hace que de más frío, hablo fácil de un frío de cinco grados bajo cero.
También quiero decirles que a muchos de los internos se les han puesto cosas ilícitas en la pieza con el fin de perjudicar y que así no se pueda postular a la Ley 19.856 ni a la conyugal, la visita que es fundamental para nuestras familias. Deberían haber visitas semestrales por parte de señores magistrados para que puedan saber nuestras necesidades, las cuales tampoco se cumplen, o sea un montón de ilícitos y mucha falta de vocación; las malas formas de allanamiento a nuestras visitas por parte de funcionarias con algún tipo comportamiento sexual (lésbicas), allanamiento que rompe toda formalidad y que caen en ilícitos, haciéndoles mostrar sus partes íntimas y agacharse y pujar en el caso femenino. En cualquier parte del mundo existen los D.D.H.H y se llama “vejamen y es ilícito”; quiero hablarles de la guinda de la torta, módulo de disciplina en donde los internos están siendo maltratados físicamente, constantemente castigados y sicológicamente ya que no tienen ningún aparato eléctrico o algo para leer sólo muros vacíos y casi siempre es a oscuras, ahí funcionarios que acostumbran a entrar al baño de las mujeres acusando parte del procedimiento, habiendo visitas en el interior y son los siguientes:
*Cabo Alberto Hernández
*Cabo Puchi
Entiendo que el Estado de Chile paga casi cinco millones de pesos por cada interno al año, a la vez en las cárceles concesionadas, predestinadas para diferentes gastos como enfermería, alimentos, dormitorios, estudios, los cuales no se justifican; acá hay módulos en que los colchones no han sido cambiados durante los cinco años que lleva la cárcel en funcionamiento, de las frazadas ni hablar, son pedazos ya que tampoco han sido cambiadas, el desayuno llega en las mañana un pan y una taza de té helado al igual que las comidas, el almuerzo llega frío y de mala forma cocinadas y la cena que es a las cinco de la tarde llega de igual manera. Esto hace pensar que las marmitas en las cuales están el alimento se encuentran en mal estado por la no inversión en arreglos de estas especies, la medicina mucho que desear, no sale a la luz pública por parte de los médicos los apaleos que otorgan a algunos reos o sea no hacen las constancias de las lesiones cuando corresponde, deja la sensación que están todos coludidos en los vejámenes “Falta de vocación”.
Soy un reo que cometió un error en la vida; ayúdenme para poder llegar a pensar que algún día puedo ser integrante de esta sociedad chilena a la cual pertenezco y a la cual me gustaría reintegrarme para así ver crecer a mis hijos y estar con mis seres amados que tanto han sufrido por mis errores; ayúdenme a detener estas torturas, vejámenes y que por la falta de vocación estamos siendo atropellados todos los internos y nuestras familias; la dictadura desapareció hace 24 años y acá el sistema represivo está vigente al igual como en aquellos años hacían lo que querían.
Muchos presos tenemos temor de morir en manos de los gendarmes o perecer en algún incendio donde extrañamente nunca se abren las puertas.
ESTO SE ACABÓ
POR FAVOR NECESITAMOS VUESTRA AYUDA URGENTE
QUE DIOS LOS BENDIGA Y PROTEJA A QUIENES PUBLIQUEN O LEAN ESTA CARTA EN ALGUNA EMISORA, SE LOS PIDE DE TODO CORAZÓN UN REO ANGUSTIADO Y DESESPERADO EN PROBLEMAS.
Estoy dispuesto a declarar, pero con la antes asesoría de fiscalizadores de DD.HH o algún juez de turno, ya que estoy bajo amenazas por parte de los funcionarios del penal. Mencionar que daré mi identidad con la ayuda del presidente de la agrupación 81 Razones (Santiago), el cual muy amable y de amor por los derechos de los detenidos me ofreció toda su ayuda.
Espero esta denuncia pueda dilucidar muchas cosas más que ocurren dentro de este penal, a lo cual solo buscamos que sea justa nuestra condena, ya que si denunciamos de forma directa en la cárcel nos tildan de conflictivos o presos subversivos y estamos propensos a fuertes golpizas y castigos a diario.
Doy fe que apenas se sepa de dicha denuncia en la institución de Gendarmería, seremos fuertemente allanados y golpeados en busca del delator, pero estaré firme y precavido para poder dejar la muestra real de lo que pasa hoy en día en esta cárcel de “rehabilitación”.
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