Ayer habló Edwin Soto, líder del área de Penal de la cárcel de Sabaneta. En una corta conversación acabó con todos los rumores y confirmó que la penitenciaría local está en perfecto orden. El área de Máxima desapareció. Asegura que su intervención en el enfrentamiento del miércoles evitó una masacre. Medió con las bandas en conflicto
Fue un recluso armado y acompañado de un ejército personal quien le devolvió el orden a la cárcel de Sabaneta el pasado miércoles. En la región se esperaba una matanza similar al incendio de 1994 y fue la intervención de los internos de Penal lo que evitó que la cifra de muertos aumentara. Las autoridades se quedaron mirando.
Ayer habló Edwin Soto, líder del área de Penal de la cárcel de Sabaneta. En una corta conversación acabó con todos los rumores y confirmó, varias veces, que la penitenciaría local está en perfecto orden. El área de Máxima desapareció.
"...La prensa para perjudicar a uno y seguir perjudicando a uno como siempre lo ha hecho. Para acá pueden venir, se puede meter la Guardia si quiere. Lo que sea, para acá vino el doctor Wílmer Apóstol incluso él se metió hasta el área de Máxima y vio todo.Y aquí no hay nada.Yo creo que el ministerio no vaya a venir. Los muertos que salieron en la prensa fueron porque fueron de parte de ellos (Máxima)".
Su dicción desmantela el mito que todo recluso es ignorante. El "Mocho Edwin" estuvo involucrado en homicidios,secuestros y atracos masivos. Incluso hace un mes, en una entrevista a La Verdad, reconoció haber matado alguna vez. Hoy lidera el área de Sabaneta con mayor población. Lo controla todo, tiene autoridad en la voz y determinación en sus palabras. Incluso, se muestra más educado que cualquier político o funcionario público.
Control
"Por medio de nosotros se controló la situación porque quisimos cesar el fuego y le dijimos a ellos: miren es mejor que entreguen el patio, vamos a hacerlo de esta manera. A la final nosotros no queríamos, pero ellos buscaron la manera de buscarnos problemas, bueno vamos a ir nosotros pues".
Soto explicó que le pidieron a la Guardia Nacional, por favor, que no intervinieran la situación, porque "ese era problema nuestro. Nosotros nos metimos y nos apoderamos del patio". Los militares acataron la petición.
Los protagonistas de la balacera eran "Titi" y "Ovejo". Cada uno buscó a sus hombres y "Ovejo" contaba con un grupo de reclusos originarios de Coro, estado Falcón. Una vez rendidos, quedaron ante la misericordia del resto de los reclusos.
"Incluso yo mismo se los dije: el que se quiera irse de traslado, que se vaya. Yo no voy a matar a nadie, yo no voy a venir a perjudicar a nadie ni nada por el estilo. Incluso salieron de traslado, la Guardia se metió, sacaron a los que se querían ir, los de Coro, que eran 15 y la visita que estaba ahí, pero aquí no hubo muertos de visita".
Garantía
"Ahora el área de Máxima pertenece al área de Penal. Ahora es el pabellón 7 y aquí es donde van a ver los resultados que de verdad cuando en Maracaibo existen las extorsiones, ahora no van a existir las extorsiones. Eso lo estoy garantizando de parte de mi patio. Aquí se van a acabar las extorsiones, aquí no van a existir. Yo no permito extorsionar a nadie aquí, a nadie. Ya ustedes verán cómo van a disminuir las extorsiones de parte de mi patio. No me hago responsable por Reeducación, ni por Procemil ni por nada. Yo sé que Procemil no extorsiona y la parte de Penal tampoco extorsiona. Yo no estoy de acuerdo con eso".
El Gobierno nacional no ha podido controlar las extorsiones de la cárcel de Sabaneta e incluso el Grupo Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional, en su último reporte publicado -2010- aseguró que más de 80 por ciento de las extorsiones salen de ese reclusorio.
"Esto que hicimos, bueno a lo mejor lo verán muchas personas como una parte mala y negativa, pero lo que hicimos, yo creo que está bien hecho, porque yo creo que Maracaibo sufría un 90 por ciento de las extorsiones de personas que le quitaban tres, cuatro, cinco y seis millones si no, no lo dejaban vivir, cosa que no tolero.Y no es cuestión de que esté en contra, sino es cuestión de considerar y también tomar conciencia de las personas, sabiendo como está la situación en la calle, de verdad".
- ¿Usted se ha comunicado con la ministra Iris Varela?
- Edwin Soto: Bueno, fíjese que sí. Ella nos ha llamado y se ha comunicado con nosotros, porque ella también tiene sus labores, pero de verdad ella más que todo ha hablado con el doctor Wílmer Apóstol, la doctora María Méndez, el director, el doctor Ruza y el doctor Ravel. Y se han hecho sus reuniones y todo lo demás. Incluso ayer vino el doctor Wílmer Apóstol y corroboramos todo y bueno él pasó hasta el área de Máxima, lo que era Máxima y bueno hasta ahí estamos y de verdad aquí no ha sucedido nada. Aquí no hay 500 muertos ni 300 ni 200, nada. Si aquí hubiera tantos muertos yo creo que ya estuviéramos todos afuera.
Humanización
Edwin Soto apuesta a la humanización de los reclusos y sigue los lineamientos del Ministerio de Servicios Penitenciarios. Explica que los internos de Penal se concentran en los encuentros deportivos, en las actividades académicas y en otros pasatiempos que los ayudan a insertarse a la sociedad y a apoyar las iniciativas de Gobierno.
En una anterior entrevista, Soto explicó que lo que busca es que todos los reclusos puedan regresar a su casa. "Yo maté y sé que no soy nadie para quitarle la vida a nadie, pero ahora queremos regenerarnos y queremos que nos apoyen. Este cambio en las cárceles es con el apoyo de todos".
Nuevo orden
El área color naranja es Penal. Lo controla "Mocho Edwin" desde hace al menos tres años y tiene bajo sus dominios a más de mil hombres. La zona roja fue Máxima (Rehabilitación) hasta el miércoles pasado. Su líder era "Caldera".
Esa área hoy es un anexo de Penal. Se llama Pabellón 7 y aún Edwin Soto, quien lo controla ahora no tiene determinado qué utilidad se le dará. Después del conflicto, le dio dos opciones a los reclusos de Máxima: o piden traslado o se quedan a reordenar el área.
Máxima tenía una población aproximada de 300 reclusos. Al menos 25 fueron trasladados a otros centros del país y el resto pasó a Penal. Ahora deben acostumbrarse a las medidas de humanización que instaló el ministerio de Servicios Penitenciarios y que es aplicado por Soto y sus hombres.
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“La camioneta era un Jeep, modelo Grand Cherokee, año 2007, de color negro, en la que el trío de hampones iba a exceso de velocidad. Cuando los efectivos militares se percataron de las características sospechosas del vehículo, les dieron la voz de alto y éstos hicieron caso omiso”, indicó la fuente.
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