La Policía del vecino país realiza patrullajes en Puno, Tacna y las zonas fronterizas.
Al menos 17 presos se fugaron ayer por la madrugada del penal de Challapalca, en la región peruana de Puno, tras tomar supuestamente como rehenes a sus vigilantes, informó ayer el jefe del Instituto Nacional Penitenciario, José Pérez.
Por la tarde, el diario Correo, de Lima, informó que cinco de los fugitivos fueron recapturados por las fuerzas del orden.
Según el reporte de la Radio Programas del Perú (RPP), la gran mayoría está identificada por sus apodos. “Son 17 internos muy ranqueados (con varias condenas). Los presos que son enviados a Challapalca son personas que tienen condenas muy largas y con sentencias firmes”.
El penal de Challapalca se encuentra a unas cinco horas de la ciudad sureña de Puno y no hay sistemas de comunicación en el lugar.
Las autoridades están en alerta total en las regiones de Puno, Tacna y las zonas fronterizas de Bolivia y Chile tras la fuga de los privados de libertad de Challapalca.
La colaboración. Según las primeras pesquisas, los presos recibieron ayuda de cómplices que los esperaban fuera de la prisión. “Esto fue coordinado, en las afueras del penal había camionetas esperando a los que se fugaron, no es algo fortuito, sino planificado”, según Pérez.
El fiscal de Desaguadero, Óscar Jiménez, informó que los reos fugaron con armamento y vestidos como personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Pérez informó que se dirige a la zona para evaluar la situación y reconoció que en todo el país existe un déficit de personal de seguridad penitenciaria.
Las recintos carcelarios. En la mayoría de las cárceles de Perú, los internos viven hacinados, en condiciones en las que están expuestos a contraer enfermedades, como la tuberculosis, y con pocos vigilantes.
Agentes penitenciarios de las regiones de Puno y Arequipa viajan a Challapalca, al igual que personal de la Policía y el Ejército de Perú. En el momento de la fuga, el penal tenía 129 internos recluidos, aunque tiene una capacidad total para albergar a 240.
Por la tarde, el diario Correo, de Lima, informó que cinco de los fugitivos fueron recapturados por las fuerzas del orden.
Según el reporte de la Radio Programas del Perú (RPP), la gran mayoría está identificada por sus apodos. “Son 17 internos muy ranqueados (con varias condenas). Los presos que son enviados a Challapalca son personas que tienen condenas muy largas y con sentencias firmes”.
El penal de Challapalca se encuentra a unas cinco horas de la ciudad sureña de Puno y no hay sistemas de comunicación en el lugar.
Las autoridades están en alerta total en las regiones de Puno, Tacna y las zonas fronterizas de Bolivia y Chile tras la fuga de los privados de libertad de Challapalca.
La colaboración. Según las primeras pesquisas, los presos recibieron ayuda de cómplices que los esperaban fuera de la prisión. “Esto fue coordinado, en las afueras del penal había camionetas esperando a los que se fugaron, no es algo fortuito, sino planificado”, según Pérez.
El fiscal de Desaguadero, Óscar Jiménez, informó que los reos fugaron con armamento y vestidos como personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Pérez informó que se dirige a la zona para evaluar la situación y reconoció que en todo el país existe un déficit de personal de seguridad penitenciaria.
Las recintos carcelarios. En la mayoría de las cárceles de Perú, los internos viven hacinados, en condiciones en las que están expuestos a contraer enfermedades, como la tuberculosis, y con pocos vigilantes.
Agentes penitenciarios de las regiones de Puno y Arequipa viajan a Challapalca, al igual que personal de la Policía y el Ejército de Perú. En el momento de la fuga, el penal tenía 129 internos recluidos, aunque tiene una capacidad total para albergar a 240.
Según las informaciones, los presos de alta peligrosidad huyeron hacia Bolivia tras fugar del penal con apoyo de cómplices que portaban armas de largo alcance y disponían de camionetas. El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ya identificó a la mayoría de los fugitivos.
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