Reportan decenas de muertos y quemados en cárcel de Honduras
Un incendio dejó al menos decenas de muertos y 40 reos quemados en una cárcel estatal de la región central de Honduras.
“La situación aún es confusa y la investigamos”, el jefe nacional de centros penales, comisionado Danilo Orellana.
“Hay dos versiones en torno al hecho: o hubo un amotinamiento de los reos o un cortocircuito causó el incendio”, añadió. Según las autoridades, el fuego comenzó a las 10:50 de la noche del martes (0450 GMT del miércoles).
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, comisionado Héctor Iván Mejía, afirmó a la AP que “se sospecha de muchos prisioneros huyeron del lugar”
Informó que permanece en espera de más datos sobre la tragedia.
Reporteros de la local Radio Globo informaron desde Comayagua que más de 200 reos murieron en el incendio y que decenas de ellos quedaron calcinados agarrados de los barrotes de sus celdas. Otros escaparon por el techo de la granja penal, que quedó completamente destruida por las llamas.
Esas versiones todavía no son confirmadas ni negadas por las autoridades. En la prisión habían al menos 806 presos.
“Desconocemos el origen del incendio”, aseguró a periodistas el jefe de los bomberos de Comayagua, coronel Leonel Silva. El incendio comenzó a las 10:50 de la noche del martes, afirmó.
Según, Silva centenares de familiares de los prisiones han acudido al hospital estatal Santa Teresa de Comayagua, ciudad a unos 140 kilómetros al norte de Tegucigalpa, para conocer el estado de sus parientes.
En ese hospital son atendidos unos 28 reos con quemaduras graves y otros seis fueron trasladados en ambulancias al Hospital Escuela de Tegucigalpa.
El presidente Porfirio Lobo decretó una emergencia en julio de 2010 en nueve de las 24 cárceles de Honduras.
En esa ocasión, el entonces ministro de Seguridad, Oscar Alvarez, dijo públicamente que las prisiones habían colapsado por el hacinamiento de reos y que la emergencia serviría para clasificar en “buenos y malos” a los privados de libertad porque “las cárceles se habían convertido en universidades del crimen”.
La emergencia se declaró porque, según el gobierno, las cárceles no reunían los requerimientos mínimos de reclusión y por ello se debían construir o reparar las prisiones. Hasta ahora se ha levantado una pequeña cárcel modelo en las afueras de la capital para alrededor de 350 prisiones.
Las cárceles albergan unos 12.250 reos, de acuerdo a cifras oficiales del Comisionado Nacional de Derechos Humanos, y el sistema tiene capacidad para 8.280.
El 48,41% de los 5.691 internos han sido condenados, mientras que el restante 51,59%, o sea 6.066 presos, aguarda sentencia.
De los sentenciados, 5.535 son hombres y 156, mujeres, y de los procesados, 5.808 son hombres y 258, mujeres.
Entre la población penitenciaria hay 138 extranjeros: 127 hombres y 11 mujeres. Hay mexicanos, colombianos, estadounidenses, guatemaltecos y salvadoreños, entre otros.
Entre los extranjeros, 51 han sido sentenciados, entre ellos seis mujeres. Los procesados son 87, de ellos cinco mujeres.
También se registran 493 personas con arresto domiciliario.
Dos incendios similares se han registrado en ocho años en Honduras.
Uno ocurrió en mayo de 2004, causando la muerte de 107 presos del centro penal de San Pedro Sula, la segunda ciudad al norte del país.
El otro ocurrió en abril de 2003 en la granja penal de La Ceiba, en la que murieron 68 personas, entre ellas 61 pandilleros. Hubo 31 prisioneros quemados.
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