SUCESOS EN CÁRCEL DE VIRGINIA:

Con inyección letal ejecutan a mujer en cárcel de Virginia

Por Isabel Alonso

Fue acusada de tramar el asesinato a balazos de su esposo y de su hijastro.

Teresa Lewis murió ejecutada tras ser declarada culpable de contratar a improvisados sicarios para que den muerte a su esposo y su hijastro a cambio de sexo y dinero. Foto: newsPros / AP

A las 9:13 p.m. del jueves 23 de septiembre, Teresa Lewis se convirtió en la primera mujer en ser ejecutada después de casi un siglo en el estado de Virginia. Con señales de haber llorado, ella se dirigió a la cámara de ejecución. Su muerte, por inyección letal, fue confirmada minutos después por los funcionarios del Centro Correccional de Greensville, localizado en el área de Jarratt. Lewis, de 41 años, fue sentenciada por ofrecer sexo y dinero a dos hombres, uno de ellos su amante, a cambio de que asesinaran a su esposo Julián Lewis y a su hijastro Charles, la noche del 30 de octubre de 2002. Su plan incluía repartirse los 250.000 dólares por la póliza de seguro de este último, un reservista que visitaba a su padre antes de ser destinado a la guerra en Irak. El 25 de agosto sus abogados solicitaron una “clemencia ejecutiva” al Gobernador de Virginia, Bob McDonnell, quien rechazó el indulto en una Declaración emitida el 17 de septiembre. Allí señala que Lewis fue analizada por numerosos psiquiatras y psicólogos, y que “después de numerosas evaluaciones, ningún profesional médico ha concluido que Teresa Lewis reúne la definición de ser mentalmente retardada”. Esto último la habría salvado de la pena capital. El martes 21, la Corte Suprema también rechazó la petición de clemencia. Durante el proceso se criticó el hecho de que los dos asesinos –Matthew Shallenberger, de 22 años, quien se suicidó en la cárcel, y Rodney Fuller, de 19 años-, hubieran sido sentenciados a cadena perpetua, mientras la acusada recibió la máxima pena. Sin embargo, el fiscal argumentó que ella tuvo una mayor responsabilidad que los autores materiales, porque no sólo planeó el crimen “a sangre fría” sino que hizo todo lo posible por quedarse con el dinero del seguro de vida. La ejecución fue presenciada por Kathy Clifton, hija de Julián Lewis, a quien dirigió un mensaje diciendo que estaba “muy arrepentida”. El crimen El 30 de octubre de 2002, en vísperas del Halloween, Teresa Lewis preparó la conspiración para terminar con la vida de su marido y su hijastro. Este último había contratado un seguro que hacía beneficiario a su padre. Teresa Lewis entró en contacto con dos hombres, a los que, además de ayudar con los gastos de armas y municiones, les ofreció mantener relaciones sexuales. Esa noche, Lewis dejó la puerta de su casa sin seguro, para que los hombres pudieran entrar y cumplir con su parte del trato. Así fue, y tras observar la escena, la mujer esperó 45 minutos para avisar a la policía, tiempo en el que su marido aún permanecía con vida. LA CIFRA 52 mujeres se encuentran en el corredor de la muerte en cárceles de los Estados Unidos, después de la ejecución de Teresa Lewis, quien se convirtió en la duodécima mujer sufrir la máxima pena en la nación desde que se la restauró en 1976. CINTILLO SUPERIOR La última ejecución a una mujer en Virginia se registró hace 98 años, en 1912, cuando Virginia Christian, de 17 años, murió en la silla eléctrica por asfixiar a su jefe. Su última cena Lewis pidió, para su última comida de dos pechugas de pollo fritas, guisantes dulces con mantequilla, pastel Alemán (primera opción), pastel de manzana (segunda opción) y Dr Pepper para beber.