En el centro penitenciario hay discoteca, minitecas y un restaurante
El tráfico de armas en las cárceles venezolanas no es un secreto para nadie y el Centro Penitenciario Yare I, en el estado Miranda, no es la excepción.
Extraoficialmente se conoció que una vez que los funcionarios de la Guardia Nacional negocian con los líderes del penal, les hacen llegar las armas por la parte trasera del retén en horas de la madrugada.
"Todos sabemos cómo entran las armas aquí. Como no podemos comernos la luz (irrespetar la norma), tenemos que guardar silencio y no mirar cómo las pasan, pero muchos sabemos cómo es el movimiento. Los guardias meten las pistolas en los barriles de agua, que tienen tapas, y los lanzan por la parte de atrás de la cárcel donde hay una montaña, allí los dejan rodar por una malla y caen en un hueco. Luego los principales los halan y los agarran. Cuando amanece ya todos están armados", relató vocero del penal.
De manera extraoficial se supo que los presos que duermen en carpas en la parte superior del centro penitenciario lo hacen para cumplir con una de las normas internas del recinto: respetar la visita. Por ejemplo, si un recluso comparte habitación con otro, tiene que cederle el espacio a su compañero si su visitante va a pernoctar en la cárcel. Por ello actualmente hay tantas personas en el techo de la estructura pues las personas ajenas al penal están resguardadas en los cuartos.
Beneficios y atracciones. Los presos con más beneficios en Yare I tienen televisor con señal de Directv, aire acondicionado y videojuegos. Se supo que en el área de Las Torres, que tiene 5 pisos, hay un líder en cada nivel. El pran del piso 4 es Carlos "El Invisible", mientras que el que controla toda el área administrativa y de Las Torres es Fran, también conocido como "El Tigre".
En varios pisos del centro penitenciario hay minitecas y discotecas que por lo general funcionan los fines de semana.
Los presos también cuentan con un restaurante en el área administrativa. Algunas fechas concretas como cumpleaños, babyshower y despedidas de soltera también son celebradas en el interior del penal.
"Cada preso paga semanalmente una causa de 50 bolívares, dinero que es administrado por los pranes. Cuando hay fiestas del Día del Padre y de la Madre, los gastos corren por cuenta de ellos. El Día de las Madres se regalaron microondas y televisores, y en la fiesta que organizaron para los padres rifaron cestas y motos", destacó un recluso.
Al ser consultados algunos familiares de los presos se conoció que en la cárcel mirandina no han sido suspendidas la pernoctas de familiares: "A veces yo paso una semana aquí con mi hijo y después me turno con mi esposa", aseguró el padre de un reo.
Varias mujeres que estaban confinadas en el penal desde el domingo, salieron ayer de manera voluntaria. Voceros de los reos calculan que aún quedan más de 800 visitantes que se niegan a salir por temor a que sus parientes sean trasladados o a una posible intervención del retén. La visita pautada para ayer fue suspendida, mientras que familiares de algunos reclusos cumplieron cuatro días sin saber de sus parientes.
Una fuente del Ministerio para el Servicio Penitenciario dijo que será reanudada cuando todos los familiares salgan del centro de reclusión.
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