Liberaron a unas 120 personas que tenían como rehenes
SAO PAULO - La policía del estado brasileño de Sergipe (noreste), irrumpió este lunes en una cárcel de Aracajú, la capital regional, y forzó la rendición de más de 400 presos que estaban amotinados, poco después de que liberaran a unas 120 personas que tenían como rehenes.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sergipe señaló que el Batallón de Choque de la Policía Militarizada se tomó por la fuerza el Complejo Penitenciario Abogado Antonio Jacinto Filho y que los cinco líderes de la rebelión, iniciada el domingo, fueron trasladados a otra penitenciaría.
El portavoz de la Secretaría, Lucas Rosario, indicó a periodistas que no tenía informaciones sobre posibles heridos durante la acción policial, en la que fueron decomisadas dos escopetas y varias armas de fabricación casera.
Los rehenes, en su mayoría familiares de los reclusos, así como tres guardias de la prisión, fueron liberados en grupos por los amotinados antes de la operación policial, según las autoridades.
Reclusos exígian mejores condiciones de vida
Los amotinados alegaban que eran maltratados y "torturados" en el presidio, y pedían, entre otras demandas, que se cambiara la dirección del establecimiento, más respeto a las mujeres en los días de visita y que se les permitiera fumar en las celdas.
Una comisión con representantes del Gobierno regional, la Justicia y de entidades defensoras de los derechos humanos trató de negociar sin éxito con los líderes de la rebelión, lo que desembocó en la operación policial.
Durante las primera horas de la rebelión los reclusos destruyeron parte de las instalaciones de la penitenciaría, mataron dos perros guardianes y ocuparon la mayor parte de la prisión.
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