De las 361 víctimas mortales del incendio en la Granja Penal de Comayagua, en Honduras, ocurrido a mediados de febrero pasado, 352 cadáveres han sido identificados y 351 de ellos entregados a sus familiares, informó hoy una fuente oficial.
El portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte, dijo a Efe que de las 361 personas que murieron en el incendio del centro penal, incluida una mujer que visitaba a su marido, nueve cadáveres no han sido "plenamente" identificados.
Agregó que de los 352 cadáveres identificados, dos corresponden a extranjeros, uno es el mexicano Luis alonso Vásquez, el cual ya fue entregado a sus familiares, y el otro el nicaragüense Evenor Martínez, quien aún no ha sido reclamado por sus parientes.
"Faltan nueve cuerpos por identificar, son los más difíciles porque son los cadáveres que están más calcinados", indicó Duarte.
El incendio en el penal de Comayagua, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, se registró entre el 14 y 15 de febrero, y según un equipo de expertos de Estados Unidos la causa fue "accidental".
Médicos forenses de Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú apoyaron a Honduras en la primera fase de las necropsias, después se sumó un equipo de España, país que además aportó un donativo para la compra de medicamentos para los presos heridos.
De las 361 reos muertos, siete fallecieron en el Hospital Escuela, donde todavía permanecen dos presos que siguen en proceso de recuperación.
Una misión del Subcomité para la Prevención de la Tortura (STP) de Naciones Unidas, que el día 5 concluyó una visita en Honduras, dijo que este país no ha cumplido las recomendaciones hechas en 2009 para mejorar sus cárceles, que se mantienen hacinadas.
Las recomendaciones del STP "incluyen medidas tendentes a la eliminación de la superpoblación y el hacinamiento carcelario, la reducción de la impunidad para casos de tortura y el fortalecimiento del sistema judicial penal".
La misión del Subcomité de la ONU alertó que mientras no se logren esos objetivos, "sucesos tan lamentables como los ocurridos en las cárceles de Comayagua (en febrero pasado) y San Pedro Sula (en marzo), pueden volver a ocurrir".
El pasado 29 de marzo, en el presidio de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, murieron trece reos en una riña entre internos, según las autoridades.
A finales de abril, una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que también visito Honduras indicó que en el sistema penitenciario del país impera el hacinamiento y problemas de infraestructura.
Según el estatal Comisionado de los Derechos Humanos las 24 cárceles de Honduras albergan a 12.246 personas cuando la capacidad es para unas 8.000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario