Las madres, esposas, novias y hermanas de los presos del internado La Planta cumplieron una semana y dos días a la intemperie, en la avenida Páez de El Paraíso, a la espera de una solución al conflicto que se inició en este penal cuando se prohibió la pernocta y suspendió la visita del fin de semana y conyugal. Las más organizadas armaron carpas y llevaron colchones, sábanas y almohadas para procurar un mejor descanso en las horas nocturnas. Otras buscaron cartones para sentarse o acostarse y plásticos para improvisar toldos en los que se refugian del sol y la lluvia. Todas esperan que alguien salga del penal y les informe cómo está su interno. Quieren que cese la incertidumbre y volver a la visita, incluso, si fuera en otro internado, pero sin que haya violencia y se respeten los derechos del preso. Para unas ha sido una constante vigilia, pero otras aseguran que se trata de la pernocta más larga que han tenido que realizar y no precisamente dentro de la cárcel donde están sus seres queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario