Un total de 247 cadáveres han sido identificados y 157 de ellos entregados a sus familiares tras el incendio en la Granja Penal hondureña de Comayagua, que el 14 de febrero pasado ocasionó 361 muertes, informó hoy una fuente oficial.
El portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte, dijo que del total de cadáveres identificados 157 ya han sido entregados a sus familiares, que angustiados esperan en un campamento instalado por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) en Tegucigalpa tras el día de la tragedia.
Otros de los parientes permanecen a diario en la Academia de Nacional de Policía, hacia donde se trasladó hace más de una semana el proceso de identificación y entrega de los cuerpos, ante la incomodidad que había en los predios de Medicina Forense, que se localiza en una zona comercial y residencial de la capital.
La espera de los familiares sigue siendo angustiosa y muchos de ellos marcharon hoy hasta el santuario de Suyapa, patrona de Honduras, para asistir a una misa y pedir a las autoridades que agilicen la entrega de los cadáveres.
“Queremos que respeten nuestro dolor, ya no soportamos tanto sufrimiento por la pérdida de nuestros seres queridos”, comentó llorando una de las familiares, que prefirió no identificarse y dijo que espera que le entreguen a su hijo.
Para Miguel Castellanos, su pena fue aliviada hoy en parte, porque le entregaron los restos de su hermano, Antonio, de 30 años, quien llevaba cinco años en prisión, de quince a los que había sido condenado, por un delito que no precisó.
“Esta marcha nuestra es pacífica, vamos a una misa para hacer más conciencia de algún modo a las autoridades y la comunidad nacional e internacional de que solamente nos han entregado la mitad de los cadáveres y que necesitamos que se agilice el trabajo de Medicina Forense”, indicó Castellanos.
Castellanos, quien dirige un movimiento de familiares de las víctimas del incendio de cárcel de Comayagua, añadió que en el campamento que les instaló la Copeco “hay ancianos, madres, hijos y otros familiares que necesitan reintegrarse a su trabajo y a la sociedad para aminorar tanto dolor causado”.
Recordó que su hermano estuvo viviendo un tiempo en EE.UU., hablaba inglés y en la prisión le enseñaba ese idioma a varios reos. Además, “como sabía mucho de albañilería, estaba instalando un piso de mosaico en la cocina de la prisión”, agregó.
Según expertos de Estados Unidos, la causa del incendio del penal fue accidental, aunque también hubo “negligencia”, según declaró el miércoles a periodistas la embajadora de ese país en Tegucigalpa, Lisa Kubiske.
En el proceso de necropsia han participado expertos hondureños, de Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú, que en su mayoría han regresado a sus países.
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